sábado, 23 de marzo de 2013

El Poder de los Anillos. (2ª Parte)



Los anillos con poder o poderes per se no son exclusiva invención del genial profesor J.R.R. Tolkien. La mitología y la historia han tenido como protagonistas numerosos anillos con un inmenso poder. Un claro ejemplo es el de la Dactilomancia, un arte mágico o adivinatorio o los mitológicos anillos Draupnir o Andvarinaut.

π        Dactilomancia.
Antiguo arte adivinatorio en el que se usan distintos anillos suspendidos de cadenas o hilos a modo de péndulos dentro de una mesa o círculo rodeado de las distintas letras del alfabeto. En el centro del círculo, el consultante extiende la mano sosteniendo en el aire el anillo. Tras la previa concentración del consultante, el péndulo empezará a moverse y a marcar diferentes letras formando palabras, convirtiéndose en mensajes. De manera similar a la popular OUI-JA, de la que es precursor.
Los anillos empleados en la Dactilomancia son fundidos bajo el aspecto de ciertas constelaciones y poseen caracteres mágicos o están encantados. Los anillos previamente debían consagrarse y quien lo portaba iba vestido de tela con la cabeza rasurada llevando una corona de verbena en la mano.
Un caso muy popular de Dactilomancia tiene que ver con los últimos días del Imperio Romano. Valente (Flavius Iulius Valens) fue emperador romano de 364 a 378 d.C. durante su reinado no era tenido por ser muy competente entre sus súbditos. Los aristócratas decidieron consultar quién le sucedería como emperador a un oráculo que mediante Dactilomancia mostró las letras, Th, E, O, D. Valente conocedor de la consulta mandó matar a un popular aristócrata llamado Teodoro y continuó en el cargo tranquilo de su suerte. El Imperio Romano tenía una guerra, en aquel entonces, con los visigodos que se decidió en la batalla de Adrianópolis del lado bárbaro. En dicha batalla murió Valente al que sucedió Teodosio I El Grande cumpliendo lo vaticinado por el anillo.
π        El Señor de los Anillos: el Anillo Único.
El anillo creado por Tolkien tiene un poder sobrenatural. Alberga un gran poder maléfico de funesto destino para la vida y la magia de los seres de La Tierra Media. Fue creado por Sauron engañando a los elfos que eran forjadores de anillos mágicos. El Anillo Único sometía al resto de anillos de poder, estos eran tres de los Reyes Elfos, siete de los Señores Enanos y nueve de los Hombres. Tal como reza la inscripción:
"Tres Anillos para los Reyes Elfos bajo el cielo.
Siete para los Señores Enanos en casas de piedra.
Nueve para los Hombres Mortales condenados a morir.
Uno para el Señor Oscuro, sobre el trono oscuro
en la Tierra de Mordor donde se extienden las Sombras.
Un Anillo para gobernarlos a todos. Un Anillo para encontrarlos,
un Anillo para atraerlos a todos y atarlos en las tinieblas
en la Tierra de Mordor donde se extienden las Sombras."
Tolkien engendró un anillo que poseía tanto poder que podía acabar con toda La Tierra Media, ese Anillo Único estaba ligado a su creador Sauron, tanto que su esencia maligna estaba concentrada en dicho objeto. De ahí que su destrucción suponía la de su dueño. Como se indica en El Silmarillion, Sauron corrompió el resto de anillos de poder salvo los tres de los elfos. Estos anillos de poder tenían la cualidad en los hombres de prolongar la vida, otorgar invisibilidad y arrastrarlos al mundo de las sombras.
¿Pero fue original en estos conceptos Tolkien? No y sí. No porque como enamorado de la mitología clásica, nórdica y escandinava, se dejó seducir por ella y por los relatos sobre anillos.  Sí porque los relatos de anillos fueron la chispa que encendió la imaginación y la fantasía del británico para la creación de una epopeya mitológica única.
En el concepto de anillos de poder le influyó la mitología de los vikingos y de los celtas. Para los vikingos el anillo era un símbolo de magia, poder y riqueza. Para ellos los dioses eran los señores del anillo de los cielos y los reyes lo eran del anillo de la Tierra. Se entregaban anillos de oro a los héroes o a los reyes como reconocimiento de sus hazañas o de su poder. Había innumerables historias de anillos mágicos forjados por los elfos o enanos, a los que estaban ligados los destinos o los poderes sobrenaturales. Un ejemplo de anillos mitológicos nórdicos son: Draupner y Andvarinaut.
Draupner o Draupnir
Odín “el errante” buscaba la sabiduría y la soberanía de los nueve mundos que componen el entorno mitológico nórdico. Todo esto sólo lo podía conseguir si obtenía el anillo mágico llamado Draupner o Draupnir. En su viaje vivió grandes aventuras que le sirvieron para adquirir sabiduría, primero como hombre y finalmente como dios. Cuando alcanzó este nivel supremo recibió como símbolos de mando una lanza, Gúngnir, y el anillo mágico Dráupnir, que significa “goteador”, ya que tenía el poder de generar ocho anillos de oro de igual tamaño al progenitor cada nueve noches. Así, el anillo le proporcionó una fuente de riqueza infinita. Odín entregaba estos anillos a reyes y héroes. El anillo Dráupnir es símbolo de riqueza, de fama o admiración por los dioses, de fertilidad. También simboliza la fecundidad del espíritu, el poder creador del planeta, la evolución del pensamiento, la cadena de las ideas.
Andvarinaut
La más famosa leyenda nórdica de la búsqueda del anillo se relata en un escrito épico llamado “la Saga de los Volsungos”, que narra la historia de los héroes de las dinastías Nibelunga y Volsunga, cuyos destinos están ligados al anillo “Andvarinaut”, en castellano “telar de Andvari”. El anillo pertenecía a un herrero llamado Andvari y tenía la facultad de producir oro, además de poder y fama a su propietario. Posteriormente, el anillo fue adquirido, mediante engaños, por Loki (dios timador y burlón de la mitología nórdica), y en venganza, Andvari maldijo el anillo, trayendo la desgracia a todos sus dueños posteriores. Es decir, el anillo que era fuente de riqueza pasó a ser de desgracia para sus dueños.
Cartel de la ópera de Wagner "El Anillo de los Nibelungos"
Loki se lo dio al rey Hreidmar de los enanos como "indemnización" por haber asesinado por accidente a su hijo Ódder. Los otros hijos de Hriedmar, Fafner y Regin, enloquecieron por influjo del anillo y lo mataron. Sigurd (Sigfrido) después mató a Fafner que se había convertido en un dragón. Sigurd se casó con Krimilda, y logró para el hermano de ésta, Gunther, la mano de Brunilde. Trocando sus anillos, Sigurd tomó la apariencia de Gunther y venció en ciertas pruebas que sólo el héroe podía superar para desposarse con Brunilde. Brunilde recibió el anillo Andvarinaut que siguió tejiendo desgracias. Brunilde conocedora del engaño decidió vengarse propiciando la muerte de Sigurd. Brunilde se suicidó al día siguiente puesto que amaba a Sigurd. Krimilda fue desposada luego por Etzel, que quiso hacerse dueño del tesoro de los nibelungos y de Andvarinaut, que Gunther había hecho esconder en el fondo del Rin. Krimilda invitó a sus hermanos, y durante el banquete en la corte del rey Etzel, los hombres de Gunther fueron asesinados. Más tarde, Krimilda embriagó y mató al mismo Etzel, arrojándose finalmente a las llamas del palacio, cuyo incendio ella misma provocó. En fin, una sucesión de desdichas por culta del anillo maldito.
En la mitología celta también hay anillos mágicos. En “El Libro Rojo de Hergest” del Mabinogion se incluyen numerosas historias de anillos encantados: La doncella Lunet, le da un anillo de invisibilidad al héroe Owein; la Dama Lyonesse le entrega a su héroe, Gareth, un anillo mágico que impedirá que le hagan daño; Peredur Lanza Larga, mientras busca un anillo mágico, mata a la Serpiente Negra de los Túmulos y gana una piedra de invisibilidad y otra que produce oro.
Otro caso de anillo mágico con propiedades de invisibilidad es el Anillo de Giges mencionado por el filósofo Platón en el libro II de “La República. Narra la historia de Giges, un pastor que tras una tormenta y un terremoto encontró un anillo de oro que cuando le daba la vuelta, le volvía invisible. Giges lo usó para seducir a la reina y, con ayuda del ella, matar al rey, para apoderarse de su reino. Platón usó esta leyenda antigua para hacer la reflexión que todas las personas por naturaleza son injustas.
J. R. R. Tolkien
J.R.R. Tolkien desmintió cualquier influencia directa de la historias mitológicas sobre anillos como las anteriores, pero es evidente que estas influyeron a la hora de crear su Anillo Único y sus libros El Silmarillion y El Señor de los Anillos. Podríamos decir que estas historias sobre anillos que tan profundamente conocía sirvieron de caldo de cultivo para crear su propia mitología. Historias tan antiguas como el hombre y la magia.

Referencias:
Wikipedia.org
“El Silmarillion” de J.R.R Tolkien
“El Señor de los Anillos” de J.R.R Tolkien

“El anillo en las diversas mitologías

“El Anillo de Tolkien” de David Day

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